Jutba pronunciada en Sevilla, en la llamada "Mezquita de los Andaluces", el 9 de julio de 2010
1ª Parte: Sobre el Seyyed Muhammah Husein Fadlallah
لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ الْعَظيمُ الْحَليمُ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ رَبُّ الْعَرْشِ الْكَريمُ اَلْحَمْدُ للهِ رَبِّ الْعالَمينَ
la ilaha illal lahu al‘athimul halimu la ilaha illal lahu rabbul ‘arshil karimul hamdu lillahi rabbil ‘alamin
No hay divinidad sino Allah, el Infinito, Prudentísimo. No hay divinidad sino Allah, Señor del Trono Glorioso. Alabado sea Allah, Señor de los universos.
اَلْحَمْدُ للهِ الاَوَّلِ قَبْلَ الاِنْشاءِ وَالاِحْياء
alhamdu lillahil auuali qabla l'insha'i ual ihia'i ual 'ajiri ba'da fana'il ashia'i
Alabado sea Allah, el Primero anterior a la creación del universo y los seres vivos y el Último luego de la desaparición de todas las cosas.
اَلْحَمْدُ للهِ الَّذى لَمْ يُشْهِدْ اَحَداً حينَ فَطَرَ السَّمواتِ وَالاَرْضَ
alhamdul lil lahil ladhi lam iushhid ahadan hina fataras samauati ual arda
Alabado sea Allah, aquel que no tuvo testigos cuando creó los cielos y la tierra
وَلاَاتَّخَذَ مُعيناً حينَ بَرَأ النَّسَماتِ
ua lat tajadha mu'inan hina bara'an nasamati
y no necesitó ayudante cuando creó los seres.
للّـهُمَّ صَلِّ عَلَى مُحَمَّـدٍ وَآلِ مُحَمَّـد
allahumma salli 'ala muhammadin ua ali muhammadin
Allahumma Bendice a Muhammad y a la Familia de Muhammad
وَصَلَّى اللهُ عَلَى رَسُولِهِ، والأَئِمَّةِ الْمَيامِينَ مِنْ آلِهِ
ua sallallahu 'ala rasulihi ual a'immatil maiamina min alihi
y que Allah Bendiga a Su Mensajero y a los santos Imames de su Familia,
وَسَلَّمَ تَسْـلِيمًا كَثِيـرًا
ua sallama tasliman kaziran
y les otorgue abundante Paz.
صَلَّى اللّهُ عَلَيْهِمْ أَجْمَعِينَ، وَلَعَنَ اللّهُ أَعْداءَ اللّهِ ظالِمِيهِمْ مِنَ الاَ وَّلِينَ وَالاَخِرِينَ
sallal lahu 'alaihim ayma'ina ua la'anal lahu a'da'al lahi thalimihim minal auualina ual ajirina
Allah os bendiga a todos y maldiga a vuestros enemigos.
* * *
AS SALAMU ‘ALAIKUM
إِنَّا لِلَّهِ وَإِنَّا إِلَيْهِ رَاجِعُونَ
Inna Lillahi wa inna ilaihi Rayi’un
«Ciertamente de Allah venimos y hacia Él retornamos»
(Corán en la Sura nº 2-156)
Dijo el Imam ‘Ali (P):
فَاِنَّ الْعالِمَ أَ عْظَمُ أجْراً مِنَ الصّائِمِ الْقائِمِ المُجاهِدِ في سَبيلِ اللهِ فَاِذا ماتَ الْعالِمُ ثُلِمَ في الاسْلامِ ثُلْمَةً لا يَسُدُّ ها اِلاّ خَلَفٌ مِنْهُ
“Por cierto que el sabio tiene una recompensa mayor que la de quien ayuna, se mantiene erguido rezando por la noche y combate en el sendero de Allah. Y si un sabio muere se produce en el Islam una brecha tal, que no puede cerrarla sino alguien que le suceda”.
(“Bihar’ul-Anuar”, c. 2, s. 43)
Como todos sabréis el pasado domingo murió el Seyyed Muhammad Husein Fadlallah. La verdad es que aunque sabía que su estado de salud no era muy bueno, y que por ello, incluso su rostro aparentaba más edad de la que tenía, la noticia me cogió por sorpresa.
Algunos de los aquí presentes tuvimos la oportunidad de compartir unos minutos con él hace ya muchos años. Justo en aquellos tiempos en los que la figura del Seyyed, enérgica y afable al mismo tiempo, la veíamos en esta tierra como la del inspirador de aquella incipiente Resistencia libanesa, la misma que con el paso de los años se convirtió en invicta Resistencia Islámica frente al enemigo sionista.
Y es cierto que el Seyyed Fadlallah siempre fue un firme luchador en contra de la arrogancia y por la causa de la libertad, y que dio su apoyo a todo movimiento de resistencia sincero, sin diferenciar nacionalidad o tendencia islámica.
Ya desde su juventud tomó parte, junto al mártir Seyyed Muhammad Baqir as Sadr, en la fundación de los primeros movimientos islámicos en Iraq. Más tarde apoyó de forma categórica la Revolución Islámica en Irán, y como he mencionado , tras el desaparecido Imam Musa as Sadr, fue el catalizador del origen del movimiento islámico en el Líbano.
Pero en su corazón siempre hubo un sitio especial para otra tierra, para la causa palestina. En sus jutbas abogaba sin ambages por la resistencia armada contra la ocupación israelí en Líbano, Cisjordania y Gaza, mostrando siempre su rechazo al ente sionista de Israel.
Seyyed Fadlallah a menudo explicaba que el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam eran religiones divinas. Sin embargo, siempre diferenció a un judío que residiera en cualquier parte del mundo, de otro judío sionista que se asentara en Palestina para tomar parte en la ocupación de esta tierra árabe.
En cierta ocasión manifestó:
“Toda Palestina es una zona de guerra y cada judío que ocupa de forma ilegal una casa o un terreno que pertenece a un palestino es un objetivo legítimo. No hay judíos inocentes en Palestina. Ellos matan a nuestras mujeres, niños y ancianos. Destruyen nuestras casas. Confiscan nuestra agua y nuestra libertad”.
Hace un par de años manifestó también en una entrevista televisiva:
“El estado hebreo se está preparando para celebrar su 60 aniversario -60 años desde que iniciara su saqueo de Palestina- con un festival al que asistirán dignatarios de varios países del mundo, la mayor parte de los cuales apoya al estado sionista y considera al movimiento de resistencia como terrorista. Esto es lo que llevó a la canciller alemana Ángela Merkel a visitar ese estado saqueador, que continúa extorsionando a Alemania utilizando la excusa del pasado nazi del país y el Holocausto. El sionismo ha inflado el número de las víctimas de ese holocausto más allá de cualquier imaginación”.
Para SayyedFadlallah, el concepto de resistencia está vinculado al principio del yihad en el Islam. Creía que el yihad en el Islam es el movimiento de lucha que busca impedir que el enemigo imponga su hegemonía sobre la tierra y la gente por medio de una violencia que destruya la libertad, extermine a la población, se apropie de las riquezas y recursos, e impida a los residentes ejercer su derecho a la autodeterminación. De este modo, el yihad significa aquí el hacer frente a la fuerza con la fuerza, de forma defensiva a veces y preventiva otras.
A la luz de esto, SayyedFadlallah concluyó que el yihad no es diferente al concepto de la autodefensa aceptado por todas las civilizaciones humanas. Este concepto expresa la naturaleza innata del ser humano de buscar protección frente a la agresión. En este sentido, el contenido del yihad en el Islam se corresponde con los valores humanos presentes en todas las civilizaciones.
Sin embargo, el SayyedFadlallah subrayó que el llamamiento al yihad no suponía una legalización de la fuerza y la violencia contra otras comunidades en ausencia de un ataque por su parte. Creía que la utilización de la fuerza contra otros, sin causa motivante, supone una agresión ilegal, con independencia de la religión, raza u otros caracteres diferenciales de aquellos contra los que va dirigida. En el Islam, el yihad no se utiliza contra el no creyente, sino contra el agresor que ataca.
De este modo, el Sayyedcondenaba a aquellos que matan a personas inocentes o aquellos que hacen estallar coches bomba indiscriminadamente, que matan a mujeres, niños, ancianos y civiles en general, y señaló que tales individuos manchan la imagen del Islam y proporcionan a los no musulmanes una idea errónea acerca de esta tolerante religión y sus seguidores.
Pero el Seyyed Fadlallah no sólo abogaba por la lucha directa, sino que también consideraba el boicot como un arma fundamental en contra de los opresores, para presionarles económicamente, emitiendo varias fatuas en las que consideraba como una obligación el boicot a los productos estadounidenses e israelíes.
El Seyyed dijo:
“Todos los productos y bienes de EE.UU. e Israel deben ser boicoteados de una forma tal que dañe los intereses norteamericanos y los israelíes, y que actúe como una forma de disuasión en su guerra contra el Islam, que está siendo llevada a cabo bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo. Este boicot debe convertirse en una tendencia abrumadora que haga que EEUU e Israel sientan que sus economías están bajo un peligro presente y real”.
Al igual que contra el ente sionista, el Seyyed Fadlallah simple alertó contra las políticas de los EE.UU. y llamó continuamente a la unidad de los musulmanes para enfrentarlas y que no cayesen tontamente en la trampa de la división sembrada por los norteamericanos para dominar fácilmente al mundo musulmán. Sobre el nuevo tótem occidental, Barack Obama, dijo en octubre pasado en una entrevista al diario El Mundo, cuando se le preguntó sobre el premio Nobel otorgado al Presidente norteamericano:
“Obama empezó diciendo que iba a conversar con Irán. Por un lado habla de diálogo en Turquía y Egipto, y por otro da a Israel el derecho a controlar Jerusalén sin imponerle obligaciones como eliminar los asentamientos. Lo único que mencionó sobre las colonias es que su congelamiento debe ser algo temporal, mientras exige a los árabes que mejoren sus relaciones con Israel. Eso significa que los árabes tienen que doblegarse ante Israel a cambio de nada, solo para que Israel acepte cumplir con su obligación. Eso nos hace pensar que Obama es más judío que los judíos. Por eso insistimos en que queremos hechos y no palabras. No ha hecho nada para merecer el Nobel. Sólo merece el Premio Nobel del Engaño”.
Pero la actividad del Seyyed no se limitó al campo de la actividad política. Una de las obsesiones del Seyyed Fadlallah fue siempre la enseñanza. Solía dirigirse a la gente, y especialmente a los jóvenes diciéndoles que:
“Tenemos que mejorar nuestra educación y conseguir más conocimientos científicos. Si no hacemos todo lo posible para lograr esto ahora, no podremos construir nuestro futuro”.
Desde que en los años 60 se trasladó al Líbano, la principal preocupación de SayyedFadlallah fue la de continuar desarrollando su trabajo académico. Fundó una escuela religiosa denominada Instituto de la Sharia Islámica, en donde varios de sus estudiantes se convirtieron más tarde en prominentes sabios religiosos. También fundó una escuela religiosa en Damasco, en el barrio de Sayyida Zainab, donde enseñaba de forma regular.
Además de las actividades académicas y religiosas, la otra obsesión del SayyedFadlallah era la ayuda ayudar a los oprimidos. Sentía las dificultades de la población más desfavorecida y realizó grandes esfuerzos para encontrar soluciones a sus dificultades. Con la llegada de la guerra civil libanesa y la escalada de la agresión sionista, vio claramente la magnitud de los problemas que estos hechos habían generado. Muchos libaneses estaban siendo asesinados o desplazados, o habían perdido sus empleos. El Seyyed realizó todos los esfuerzos posibles y estableció orfanatos y escuelas para los hijos de los mártires y los pobres, así como para gente con necesidades especiales como sordos o ciegos.
De este modo, fue creada la organización caritativa Mabarrat y ella pronto se convirtió en uno de los mayores modelos de trabajo en este campo. La asociación estableció varios orfanatos y amplió otros, y también construyó centros sociales, hospitales, así como mezquitas y escuelas.
La Institución SayyedFadlallah para la Caridad y el Bienestar Social, suministra ayuda a miles de necesitados cada año en forma de donaciones mensuales o anuales, o de ayuda médica o educativa. Dicha institución ayuda a unas 100.000 personas cada año. Todo esto, financiado en buena parte como comenté en mi último jutba, gracias dinero procedente del Jums.
En cuanto a la obra del Seyyed Fadlallah, sus libros más conocidos son “El Islam y la lógica de la fuerza”, “El diálogo en el Corán” y “Pasos en el camino del Islam” desgraciadamente ninguno de ellos traducidos al castellano, como tampoco lo fue su Risala. Lo único que podemos encontrar en nuestro idioma es un pequeño librito, extraído de un capítulo de “El Islam y la lógica de la fuerza”, publicado en los años 80 bajo el título de “El aspecto moral de la fuerza en el Islam” y un libro compuesto con algunas de su respuestas a preguntas sobre diferentes aspectos islámicos y de la vida cotidiana, publicado por la Biblioteca Islámica Ahlul Bait (P) bajo el título “Comentarios islámicos”.
Esta carencia en nuestro idioma, sin duda nos ha privado a los lectores hispanoparlantes del acceso directo a una de las fuentes más cercanas a nuestra situación como musulmanes occidentales -sin menoscabo de otros sabios islámicos-, tanto por la propia realidad pluricultural libanesa, como por el hecho de que buena parte de los seguidores del Seyyed viven en Occidente, por lo que él estaba perfectamente familiarizado con nuestra problemática.
Sus opiniones incluso han resultado polémicas para otros ‘ulama, acusándolas de rompedoras o progresistas. Por supuesto no soy yo quien para determinar en este asunto, pero creo que para que el avance en el campo de las ideas se mantenga vivo, son fundamentales personas como el Seyyed, capaces de atreverse con tabúes enquistados y con ello fomentar un debate que sin duda fructificará siempre en un Islam dinámico.
En un momento en el que la necesidad de verdaderos sabios es tan grande, el Seyyed Fadlallah ha muerto. Un líder, una autoridad religiosa, un renovador, un guía y un gran ser humano nos ha dejado.
Es Seyyed se describió así mismo en cierta ocasión como un activista islámico, racional, pensador humanista, contrario a la violencia y al sectarismo, pragmático, un defensor del Estado del ser humano (dawlat al-insan), del ciudadano, abierto a la interacción con el otro, sea cristiano o musulmán sunní, y firme opositor a cualquier opresión y control extranjeros.
Su corazón se detuvo, tras una vida dedicada en la lucha por la causa de Allah. Se fue tras una vida de compromiso. Se fue diciendo, como expresó con frecuencia:
“Yo nunca he tenido deseos personales. He vivido toda mi vida y he luchando por ser un siervo de Allah, Su Mensajero (BPd) y su familia purificada (P), así como del Islam y de los musulmanes”.
Su principal consejo para los musulmanes antes de su fallecimiento era preservar el Islam, la nación islámica y su unidad, pues creía que la arrogancia no sería derrotada a menos que los musulmanes se uniesen y se apoyasen mutuamente. Era, de mente y alma luminosamente radiante, una referencia, una guía y asesor de todos los movimientos conscientes del Islam en los mundos árabe e islámico.
El diálogo y la unidad, siempre el diálogo y la unidad, como base de su pensamiento. Lejano siempre de consignas absurdas sin contenido real.
Desde aquí quiero enviar mi más sentido pésame a todos los musulmanes del mundo y en especial a los seguidores de Ahlul Bait (P).
Ruego a Allah (SWT) otorgue paz a su alma, sus familiares, amigos y a todos aquellos que guardaron respeto y admiración por este gran sabio del Islam y verdadero ejemplo de luchador en el camino de Allah.
Un alma honesta, ha volado libre, hacia el más Amado -Exaltado Sea-, más su ejemplo, su vida, su fe e incondicional lucha, mantiene y mantendrá vivo por siempre el recuerdo de la justicia y la lucha por la causa sincera de la libertad, el honor y el Mensaje de Allah Misericordioso.
Que Allah le tenga en Su Eterna Gloria, en los más altos grados, junto a Su Mensajero (BPd) y su Familia (P), bebiendo de la fuente del Kauzar, inshallah, junto a todos los mártires del camino de Allah y en especial bebiendo de la mano de Abbas y del Imam Husein (P).
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UAL ‘ASR...
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1ª Parte: Sobre la unidad entre los musulmanes
اَللّـهُمَّ اِنّي اَفْتَتِحُ الثَّناءَ بِحَمْدِكَ، وَاَنْتَ مُسَدِّدٌ لِلصَّوابِ بِمَّنِكَ، وَاَيْقَنْتُ اَنَّكَ اَنْتَ اَرْحَمُ الرّاحِمينَ في مَوْضِعِ الْعَفْوِ وَالرَّحْمَةِ، وَاَشَدُّ الْمُعاقِبينَ في مَوْضِعِ النَّكالِ وَالنَّقِمَةِ، وَاَعْظَمُ الْمُتَجَبِّرِينَ في مَوْضِعِ الْكِبْرياءِ وَالْعَظَمَةِ،
Allahumma ini aftatihu attana’a bihamdika. Ua anta musaddidu lissauaabi bimmanika. Ua aiqantu Annaba anta arhamu al rahimin fi mauadhi’i al ‘afui ual rahmati. Ua ashaddu al mu’aquibin fi mauadhi’i annakaali ua annaqimati. Ua a’thamu almutayabbirin fi mauadhi’i alkibria’i ua al’athamati.
¡Allahumma!, comienzo el elogio con Tu alabanza, pues eres Tú quien conduce infaliblemente y por Tu Gracia, hacia la verdad, y porque he llegado al convencimiento de que Tú eres el más Clemente de los clementes cuando se trata del Perdón y la Misericordia. El más firme de los que castigan, cuando se trata del Castigo y de la Venganza. Y el más Grande de los grandes, cuando se trata de la Gloria y la Majestad.
اَللّـهُمَّ صَلِّ عَلى مُحَمَّد عَبْدِكَ وَرَسُولِكَ، وَاَمينِكَ، وَصَفِيِّكَ، وَحَبيبِكَ، وَخِيَرَتِكَ مَنْ خَلْقِكَ، وَحافِظِ سِرِّكَ، وَمُبَلِّغِ رِسالاتِكَ
Allahumma salli ‘ala muhammad ‘adika ua rasulika. Ua aminika. Ua safiika. Ua habibiika. Ua jiaratika min jalqika. Ua hafithisirrika. Ua muballigi Risalatika.
¡Allahumma!, Bendice a Muhammad Tu siervo y Tu Profeta, Tu confidente, Tu elegido, Tu bien amado y la mejor de Tus criaturas, el guardián de Tu secreto, el que comunica Tus mensajes.
اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى عَليٍّ اَميرِ الْمُؤْمِنينَ، وَوَصِيِّ رَسُولِ رَبِّ الْعالَمينَ
Allahumma ua salli ‘ala ‘aliin amir al mu’minin. Ua uasii rasuli rabbi al ‘alamin.
¡Allahumma!, Bendice también a Tu servidor ‘Ali, ‘Amir al mu’minin, heredero del Mensajero del Señor de los Mundos.
وَصَلِّ عَلَى الصِّدّيقَةِ الطّاهِرَةِ فاطِمَةَ سَيِّدَةِ نِساءِ الْعالَمينَ
Ua salli ‘ala assiddiqati at tahirati fatima saiidati nisa’i al ‘alamin.
Bendice también a la Verídica y Pura Fatimat az Zahra, Señora de las mujeres del universo.
وَصَلِّ عَلى سِبْطَيِ الرَّحْمَةِ وَاِمامَيِ الْهُدى، الْحَسَنِ وَالْحُسَيْنِ سَيِّدَيْ شَبابِ اَهْلِ الْجَّنَةِ
Ua salli ‘ala sibtai alrrahmati ua imaamai alhuda. Al hasan ual husain saidai shabaabi ahlil yannati.
Bendice también a los dos niños de la Misericordia, los dos Imames del Camino Recto, Hasan y Husein, Señores de los jóvenes del Paraíso.
وَصَلِّ عَلى اَئِمَّةِ الْمُسْلِمينَ، عَلِيِّ بْنِ الْحُسَيْنِ، وَمُحَمَّدِ ابْنِ عَلِيٍّ، وَجَعْفَرِ بْنِ مُحَمَّد، وَمُوسَى بْنِ جَعْفَر، وَعَلِيِّ بْنِ مُوسى، وَمُحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ، وَعَلِيِّ بْنِ مُحَمَّد، وَالْحَسَنِ بْنِ عَلِىٍّ، وَالْخَلَفِ الْهادي الْمَهْدِيِّ، حُجَجِكَ عَلى عِبادِكَ، وَاُمَنائِكَ في بِلادِكَ صَلَاةً كَثيرَةً دائِمَةً
Ua salli ‘ala aimmati al muslimin. ‘ali ibn alhusain, Ua muhammad ibn ‘ali, ua ya’far ibn muhammad, Ua musa ibn ya’far. Ua ‘ali ibn musa. Ua muhammad ibn ‘ali. Ua ‘ali ibn muhammad. Ua Hasan ibn ‘ali. Ua aljalafi alhadi al mahdii. Huyayika ‘ala ‘ibadika. Ua umana’ika fi biladika salaatan kaziratan da’imata.
Bendice también a los Imames de los musulmanes: ‘Ali Ibn al Husein, Muhammad al Baqir, Ya’afar as Sadiq, Musa al Kazim, ‘Ali ar Ridha, Muhammad al Yauad, ‘Ali al Hadi, al Hasan al Askari y el Sucesor. Son Tus evidencias para Tus siervos y Tus confidentes en Tu nación (la tierra). Bendícelos, mucho y siempre.
اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى وَلِىِّ اَمْرِكَ الْقائِمِ الْمُؤَمَّلِ، وَالْعَدْلِ الْمُنْتَظَرِ، وَحُفَّهُ بِمَلائِكَتِكَ الْمُقَرَّبينَ، وَاَيِّدْهُ بِرُوحِ الْقُدُسِ يا رَبَّ الْعالَمينَ
Allahumma ua salli ‘ala ualii amrika alqa’imi almu’ammali. Ua al’dli almuntathari. Ua huqqahu bimala’ikatika almuqarrabin. Ua aiidhu biruhi alqudusi ia rabba al’alamin.
¡Allahumma!, Bendice igualmente al Tutor de Tu Orden (precepto), al Qa’im, el Levantador esperado y el Justo esperado. Rodéalo de Tus ángeles, los más próximos a Tu Gloria y sostenlo por el Espíritu Santo, ¡oh, Señor de los Mundos!.
Hermanos, temamos a Allah con el temor de los esperanzados, afirmémonos en el Islam y aferrémonos al asidero más firme.
Tras la guerra de julio de 2006 en la que Hizbullah derrotó al ejército sionista, la figura de este grupo y la de su Secretario General, el Seyyed Hasan Nasrullah, emergieron en todo el mundo árabe e islámico como las de un faro de esperanza, tras tantos años de humillación ante el enemigo sionista, esperanza que ningún grupo ni ningún gobierno supo, o pudo darles con anterioridad.
Tanto Hizbullah, como el propio Seyyed Nasrullah, jamás han hecho de una victoria propia, una victoria propia, sino que siempre las han presentado como una victoria de los libaneses en general, y de los árabes y musulmanes en general.
Sin embargo, aunque muchos corazones árabes e islámicos rebozaban la alegría, los gobiernos de sus países, incluyendo muchos ministros libaneses, parecían apesadumbrados por la derrota sionista. Parecía como si al apagarse la vela que le habían puesto al diablo, se desvanecieran al tiempo todas sus ilusiones y esperanzas.
Y cuando más necesaria que nunca es la unidad de los musulmanes y cuando por fin había un motivo de alegría común para todos que podía ser un gran catalizador para esa unidad, pronto comenzaron las celadas en diferentes países. Había que calmar ese fervor de sus poblaciones por un grupo y un líder tan poco deseados por ellos. Se utilizaron todos los medios, desde arrestos y persecuciones a los sospechosos de “shi’ismo” -como en Marruecos, Egipto o Jordania-, a las insidias desde los mimbares de las mezquitas, o desde las plumas de más o menos reputados ‘ulamas... “Sí, sí, han vencido a los sionistas, pero son shi’as”.
Entre estos últimos, no dejaron de llamar la atención, por destacadas, las manifestaciones del sheij Yusuf al Qaradawi, persona que hasta el momento de hacerlas se había caracterizado por la moderación e incluso por ser partidario de la unidad de los musulmanes y el acercamiento de sus escuelas, pero que en septiembre de 2008 se despachó con unas declaraciones antishi’as, más propias del mayor de los fanáticos wahabiés que de un hombre de conocimiento y reflexión como se le consideraba hasta entonces. Manifestaciones que sólo fueron el principio de una campaña de antishi’a llevada por este sheij a través de diferentes medios de difusión, y que supuso una verdadera incitación a la fitna entre los musulmanes.
¿Por qué los musulmanes lejos de alegrarse como una sola ummah, por el triunfo de cualquiera de ellos, buscan la más mínima excusa para marcar diferencias unos con otros?.
¿Acaso las diferencias que puedan existir entre los musulmanes, son mayores que las que existen entre cada uno de los musulmanes con los enemigos del Islam?.
¿A quién benefician estas divisiones?.
El fallecido Seyyed Fadlallah alertó innumerables veces ante esta trampa tendida por los EE.UU. y el ente sionista de Israel, con la complicidad de diferentes gobiernos y grupos árabes. Advirtió a los musulmanes -e incluso a los no musulmanes en tanto que árabes- que la unidad era la única arma poderosa que nos permitiría triunfar contra los enemigos del Islam y de los árabes en general.
Y el enemigo lo sabe, y por eso fomenta esta división en la que algunos caen inocentemente, y otros de manera no tan inocente.
Recientemente el Secretario de Estado Adjunto para temas de Oriente Medio de los EE.UU. -y antiguo embajador en Líbano- Jeffrey Feltman, reconoció ante la Comisión del Senado estadounidense encargada de los temas de Oriente Medio y Asia Central, que la Administración americana había gastado más de 500 millones de dólares en sobornar a personas para que atacaran a Hizbollah e intentaran reducir su atractivo, especialmente entre los jóvenes.
Es cierto que afortunadamente siguen habiendo personas que ven con claridad estas maniobras de los enemigos del Islam. Es cierto que, por ejemplo, las declaraciones de Qaradawi fueron criticadas fuertemente incluso desde el campo sunni, que recientemente el imam de una mezquita de Jordania, la mezquita Az Zahra de la ciudad de Irbid, tuvo que salir de ella escoltado por la policía, porque cuando en su discurso empezó a criticar y a burlarse del Seyyed Nasrallah, los asistentes protestaron y lo abuchearon, a tal punto que el imam se asustó y pidió la protección policial desde la propia megafonía de la mezquita.
Pero el sectarismo, la fitna, es un fuego que prende fácil en las mentes poco formadas -como aquí por ejemplo lo es la xenofobia-, y por desgracia tenemos que admitir que en nuestro mundo islámico estas mentes abundan. Y desgraciadamente hay muchos pirómanos entre nosotros.
¿Por qué tenemos que perder nuestro tiempo y nuestras energías en esto, en vez de dedicarlos en actividades positivas para el Islam y los musulmanes?. ¿Por qué aquellos que se aprestan tan fácil, o tan barato, a la promoción de la fitna, no emplean esas fuerzas contra los verdaderos enemigos del Islam y de los musulmanes, y al tiempo permiten a los demás no tener que desperdiciar las suyas en desmentidos y alegaciones contra sus ataques e insultos?.
¿Es tan difícil ver la realidad de las cosas?.
¿Cómo es posible para un musulmán temer más a otro musulmán que a un enemigo de los musulmanes?.
¿Cómo es posible alinearse junto a los enemigos de los musulmanes, para dañar a otros musulmanes?.
Esta semana, aquellos que en el mundo islámico abogan por la unidad de los musulmanes han sufrido una considerable pérdida con la muerte del Seyyed Fadlallah. Recoger su testigo es algo que nos incumbe a todos.
El día del Juicio cada uno recibirá la recompensa o el castigo que merezcan sus acciones. Que cada cual piense si los beneficios que obtienen en esta vida por su actividad mercenaria, merecen poner en riesgo los de la otra vida.
Alabado sea Allah al principio y al final.
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Hermanos, pido el perdón de Allah y Su Indulgencia de para mí y para vosotros, y pido por el perdón de mis pecados y los vuestros.
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KUL HUA...
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Allahumma otorga alegría a los habitantes de las tumbas.
Allahumma enriquece a todo pobre.
Allahumma sacia a todo hambriento.
Allahumma viste a todos los desnudos.
Allahumma salda la deuda de todo deudor.
Allahumma consuela a todos los entristecidos.
Allahumma retorna a todos los extraviados.
Allahumma libra a todo prisionero.
Allahumma soluciona todos los problemas de los musulmanes.
Allahumma da curación a todos los enfermos.
Allahumma pon fin a nuestra pobreza con Tu opulencia.
Allahumma cambia nuestro mal estado con Tu buen estado.
Allahumma mantennos firmes en Tu camino, y pretégenos de la negligencia en el cumplimiento de nuestros deberes hacia Ti.
Allahumma lo que Tú nos has hecho saber de la Verdad, háznoslo aplicar y lo que de la Verdad se nos ha escapado indícanoslo.
Allahumma, Apresura la reaparición de nuestro maestro, Imam az Zamaan, Al Mahdi (P) e inclúyenos entre sus ayudantes y soldados. Aamiim.
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Jutba pronunciada por el Presidente de la Comunidad Islámica Duodecimana Baiatullah, Mikail Alvarez Ruiz